El denim es un tejido fabricado en Nimes (de ahí su término) que se lleva desde el siglo XVIII cuando comenzaron a usarlo los mercaderes de Génova. Hoy son conocidos como jeans o tejanos, término para hablar de aquellos pantalones que nos recuerdan a la ropa de los ganaderos del lejanos Oeste
La versión más moderna de esta prenda se comenzó a usar a finales del siglo XIX por los colonizadores de la fiebre del oro de California. En su origen se llevaban como uniforme de trabajo, hasta que un tal Levi Strauss logró patentar el diseño de cinco bolsillos que originalmente solo llevaba uno en su parte trasera. Así fue como, paulatinamente, esta nueva prenda ganó notoriedad por la gran resistencia de su tela y su funcionalidad. Pasó a ser la prenda de excelencia entre rancheros, vaqueros y obreros de la industrialización estadounidense del siglo XX. Con el paso de los años el vaquero se transformó en una pieza básica de todo guardarropa. Ya en la década del 50, artistas como James Dean o Marlon Brandon marcaron tendencia al llevarlos. El jean pasó a convertirse en la prenda elegida por los adolescentes quienes los usaban con cierto aire de rebeldía.
Sin embargo, no fue hasta los 80 cuando los jeans comenzaron a ser llevados por el sector adulto. Por esa época diseñadores como Calvin Klein comenzaron a confeccionar los primeros vaqueros “de diseño”. Eran de corte elegante, más oscuros, de un estilo más exclusivo, y con un aire más “chic”.
El jean ha sido una prenda que ha evolucionado a lo largo de la historia pero que sigue siendo, creo yo, la pieza por excelencia de nuestros guardarropas. Su versatilidad nos permite llevarlo con infinidad de prendas y generar diversos estilos. Es una prenda cómoda y fácil de combinar y aunque ha ido transformándose jamás pasará de moda. Prenda atemporal si las hay.
Y como en la década del 50, el Slouchy jean, en mi opinión, se ha vuelto hoy en una prenda básica que todas deberíamos tener. Y no por su diseño ni porque hoy sea una de las tendencias más actuales, sino por su gran comodidad. Este nuevo modelo de pantalón es de estilo “desgarbado”.
Se caracteriza por ser de cintura alta, más amplio a la altura de las caderas para volver a ceñirse en los tobillos donde el dobladillo busca mostrar un poco de piel.
Pero si bien se trata de un nuevo modelo, como en todos los casos, deviene de una mezcla de estilos. Un viejo amigo que se renueva y que se podría haber inspirado en la década del 90: en los trajes de chaquetas más relajados con sus pantalones fluidos denominados “Slouch suit” por la revista Vogue y en los pantalones conocidos como Haren.
A primera vista se ven “deformes” y una piensa que no nos quedaran bien, pero creo que la clave, como en todas las prendas, es saber encontrar aquellos tips que más nos favorezcan.
La tendencia oversize pisa fuerte y parece querer quedarse. Los jeans no son la excepción. Por eso, te aconsejo equilibrarlos con prendas más ceñidas en la parte superior.
En este caso, creo que es fundamental acentuar aún más la cintura usando un cinturón. También equilibrar lo ancho del pantalón con prendas ajustadas en la parte superior. En el caso de que seas de baja estatura te aconsejo elegir un diseño más estrecho y llevarlo con algún zapato alto que te estilice. Si quieres crear un look más relajado con deportivas, que estas tengan al menos algo de plataforma. Y si quieres llevarlo con zapatos bajos, intenta evitar el dobladillo, este suele acortar la pierna. Lo mismo si tienes piernas un poquito más anchas, intenta siempre buscar herramientas que estilicen. Por ejemplo, diseños con líneas verticales o bolsillos en diagonal.
Y como considero que el jean es una de las prendas mas versátiles a la hora de combinar y que depende, según las prendas que elijas para acompañarlo, el look que quieras crear te dejo algunas opciones a modo de inspiración!
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